Te cuento que…



 

“No hay más tiempo del que queda, esa es tu oportunidad”

Simplemente un día el pasto creció, donde botines no le permitían, donde antes se trepaba, ahora nadie se anima, y donde el sol, cuando caía, era el silbato final, ahora lo es una batería de celular.

Ese fue el final de un tiempo, pero existe una posibilidad, o mejor, una oportunidad (como dice el tema). Donde lo que crece son ilusiones, amistades, donde el que se anima puede caerse, y aprender a levantarse. Y en este caso no existe un silbato final.

Hago esta referencia porque mi vida deportiva estuvo muy arraigada al club y al barrio. Comencé jugando fútbol con unos botines que tiempo después, los usaría para entrenar personas, en otra superficie como arena o agua.

En mi primer año de Instituto con 18 años, una compañera me dijo “Izquierda arriba, derecha abajo” y ahí empezó todo. “La táctica es igual al fútbol” segundo concepto aprendido, y mi primer equipo, fue una 10ma. Lo que me divertía con esas enanas, que el palo era más grande que ellas.

Pasaron ya algunos años, conocí a  grandes personas, entre ellas jugadoras y profesionales,y de todos iba aprendiendo. Lo que me brindaban los años en el hockey, me hacían encontrarme cosas como por ejemplo, a jugadoras que no pierden la esperanza en un ascenso o campeonato, todo lo contrario, se mentalizan más para buscar superarse. Que es muy difícil explicar lo que se siente ver a un equipo abrazado y comprometido, a pesar de ser “cebollitas”, con la frente en alto.

Entender lo que representa un grito de gol. Valorar el entrenar en condiciones que hostiles. El generar atletas ademas de jugadoras, con todo lo que conlleva.

La herencia de valores de Once Unidos, que comúnmente se lo denomina como un club de barrio, que lo es, pero no por su tamaño o lugar donde esta ubicado, sino por lo que transmite su gente.

Ver como a las jugadoras les cambia la manera de vivir el deporte, da esperanza y ganas de seguir. Con un sin fin de oportunidades por elegir (mejores, peores) eligen este camino.

Por lo que los profes tenemos la obligación de corresponder a esa decisión, mostrarles que se puede ser mejor, sin depender de los likes de una foto, que los logros tardan mas que una partida de Fornite, pero que vale la pena, y mas lo vale disfrutar el camino.

Quiero utilizar este espacio además, para agradecer a todos los que forman parte del deporte, profes, dirigentes, kinesiologos y padres.

Gonzalo Gadea, coordinador del hockey de Once Unidos.

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