Te cuento que…



 

Antes, como la mayoría de la gente, pensaba que el ajedrez era un juego aburrido y para personas súper inteligentes. Creía que en estos tiempos, no podía competir con consolas de videojuegos como la Play Station o la computadora.

Conforme fui entrando en el mundo del ajedrez y de su enseñanza, mi idea fue cambiando.

Hoy soy profe de casi 70 chicos, en diferentes lugares, y te cuento que parece ser que los chicos (y no tan chicos) no aparentan estar muy aburridos.

Hay veces que se cumple la hora de finalizar la clase y tengo que “echarlos”; como si el pequeño tablero de cartón y las 32 piezas creados hace mas de mil años, tuvieran una especie de magnetismo que los mantiene sentados jugando. Muchas veces me pongo a pensar qué es lo que hace que este juego siga tan vigente e incluso creciendo en el mundo entero.

Primero que es un juego, que como todo juego de mesa, los chicos no pueden evitar jugar.

Las partidas nunca se repiten, entonces los jugadores se encuentran siempre en situaciones nuevas, y eso lo hace impredecible. Casi sin querer, están estimulando su capacidad de análisis y de síntesis,En tiempos donde las redes sociales se empeñan en entretener y distraernos, el ajedrez  nos invita a desarrollar un pensamiento critico, es decir, buscar el mejor movimiento en cada ocasión.

Es sabido que en cuanto a lo cognitivo, entrena la memoria, incentiva la creatividad y la imaginación,  incrementa la capacidad lectora, colabora para nuestra concentración, facilita la resolución de problemas, ejercita ambos lados del cerebro y ayuda a estar tranquilo bajo presión, entre muchas otras cosas mas.

Pero como profesor, lo que mas veo en las clases tiene que ver con los valores, y en eso me quiero centrar:

Puedo decir que el ajedrez te enseña a ganar y a perder, por supuesto que a todos nos gusta ganar, pero es muy importante aceptar la derrota y aprender de ella.

El ajedrez también te ayuda a entender la consecuencia de tus actos: Si pensás bien tus movimientos y tratas de hacer la mejor jugada, seguramente serás recompensado.

En cada clase puedo ver valores como la honestidad, la responsabilidad, la perseverancia y el respeto por el otro.

He sido árbitro en torneos juveniles con mas de 200 chicos, donde el arbitro principal da la señal de que se puede comenzar y todos los jugadores en unísono se dan la mano y se desean una buena partida. Esta es quizá una de las reglas mas valiosas y representativas de este fascinante juego.

Hoy no tengo ninguna duda: el ajedrez es súper divertido y para todos por igual.

Luciano Monte, profesor de ajedrez.

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